Estimada familia Gordillo,
Desde la Academia Catalana de Gastronomía y Nutrición, y en nombre propio como presidente, es un honor sumarme a la celebración del 50 aniversario del restaurante El Hogar Gallego de Calella de Mar, un hito excepcional que merece ser reconocido y puesto en valor como parte destacada del patrimonio gastronómico de nuestro país.
Hogar Gallego es mucho más que una marisquería. Es la historia viva de tres generaciones de una familia que, con vocación, sacrificio y pasión por la cocina, ha sabido construir una referencia indiscutible en el panorama gastronómico catalán. Una casa que ha mantenido, a lo largo de décadas y pese a las dificultades propias de los tiempos, un compromiso inalterable con la calidad del producto de mar y con la auténtica hospitalidad.
Desde los inicios humildes con el Bar Los Gallegos, fundado por los abuelos maternos, hasta la apertura de El Hogar Gallego en 1975, y con el relevo impecable por parte de la tercera generación, este restaurante ha atravesado medio siglo fiel a una identidad propia ya una clientela que le ha correspondido con cariño y lealtad. Guía Repsol, el prestigio del restaurante es bien conocido por los amantes de la buena cocina, aunque quizás no suficientemente reflejado en los círculos mediáticos que a menudo olvidan los hitos que nacen de la constancia y la discreción.
En un momento en que Cataluña ha sido reconocida como Región Mundial de la Gastronomía, establecimientos como El Hogar Gallego son una expresión genuina e inspiradora. Su trayectoria consolida los valores que definen nuestra cocina: el respeto por el producto de proximidad, el diálogo entre tradición y modernidad, y la vocación de servicio a la en todo el mundo.
Es por eso que desde la Academia, queremos expresar nuestro más sincero reconocimiento a su trayectoria. Celebramos no sólo los 50 años de historia, sino los valores que ha sabido preservar y transmitir: arraigo, excelencia, honestidad gastronómica y orgullo de profesión.
Por muchos años más de El Hogar Gallego. Que esta celebración sea el preludio de un nuevo capítulo tan memorable como el camino recorrido.
Con toda la admiración y cariño,
Carles Vilarrubí y Carrió
